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En esta noticia de Xataka nos informan de las dificultades que está pasando Hydro, una de las empresas más grandes del sector del aluminio, debido a un ciberataque. Para el público general este tipo de ataques se hicieron conocidos en mayo de 2017, cuando los grandes medios de comunicación abrieron sus informativos con la noticia de que el virus #WannaCry había afectado a Telefónica, además de hospitales e instituciones de varios países. Los virus del tipo ransomware (de “ransom”, rescate en inglés) afectan a los equipos “secuestrándolos”, es decir, impidiendo a los usuarios el acceso a los datos hasta que no se abone una cantidad económica.

Este tipo de virus normalmente no se lanzan contra una empresa determinada, si no que salen de forma indiscriminada a través de spam o enlaces maliciosos en páginas web. Esto provoca que afecten no solo a grandes empresas o instituciones, si no también a particulares, autónomos y microempresas, con la diferencia de que estos casos no tienen eco en los medios. A esto se suma el hecho de que existen ciertas reticencias entre las empresas a informar de estos sucesos, bien sea porque puedan afectar a su imagen o bien porque finalmente se ceda a la extorsión y se acabe pagando a los delincuentes.

Desde el sector asegurador hace años que han surgido soluciones para evitar o paliar este tipo de riesgos, conocidos como pólizas Cyber o seguros de Ciberriresgos. En un primer momento estaban enfocados a empresas de tamaño medio o grande, pero actualmente hay soluciones ajustadas en cuanto a primas y coberturas para una oficina o pequeña empresa. Estos seguros nos protegen de tres formas, antes, durante y después del ataque:

  • Servicio de prevención de riesgos:
    Nos dotan de herramientas para evitar ataques, además suelen incluir una auditoría de la situación de los sistemas informáticos de la empresa.
  • Asistencia Técnica:
    Asistencia por empresas especializadas en caso de ciberataque
  • Protección patrimonial:
    Protección frente a reclamaciones de terceros por incumplimiento del deber de custodia de datos o transmisión de malware (virus) causados por un ciberataque. Cobertura la defensa jurídica por estas reclamaciones.

En resumen, estamos hablando de un riesgo real, que puede afectar a particulares, profesionales y empresas de cualquier tamaño, y frente al que tenemos soluciones en el sector asegurador que nos pueden ayudar a evitar o paliar sus efectos.

Para quién esté interesado en conocer más sobre este tema la aseguradora Hiscox ha editado esta guía. En ella podremos conocer las definiciones de los términos más habituales y algunos consejos prácticos para protegernos.